Aunque pareciera que hay un millón de oportunidades para decirle a mamá cuánto la queremos y agradecemos sus desvelos, sus risas, sus cariños y apapachos, a veces nos falta un momento especial para dedicarle sólo a ella nuestro tiempo. Por ello, aprovechamos la fecha para consentirlas, nuestros pequeños les hicieron una tarjeta, decoraron una linda taza, cantaron y bailaron, disfrutaron un rico desayuno con ellas!
¡Abrazar a mamá y decirle cuánto la queremos es algo que deberíamos hacer más seguido!