(Ingredientes para formar un adulto pleno y sin rollos...)
1. Consigue unos abrazos de oso, de esos que son apretados y estrujan hasta los huesos, déjalos macerar...
2. Agrega sin escatimar, cucharadas generosas de amor.
3. Incluye un par de orejas, para SABER ESCUCHAR (incluso cuando no existan las palabras) y mezcla muy bien.
4. Añade un ingrediente fino... ¿Sabes cuál es? EL TIEMPO. Aprende a usarlo...
5. Si en los pasos anteriores hay algo que corregir, hazlo de inmediato
pero sin descalificar...
6. Bate con narraciones fantásticas, cuentos que por la noche permitan soñar y tener una visión clara del héroe que algún día habrá de ser.
7. Deja marinar tu carácter en una solución de
especias y paciencia. Recuerda, la "paciencia" es el nombre oculto del "talento".
8. El valor y el arrojo se consiguen confiando... Hornéalos con la mezcla anterior para creer en el ser humano que está frente a ti. Todo esto le carga de fuerza y le enseña a no darse nunca por vencido.
9. Para finalizar espolvorea EL SABOR DE LA RISA... si son
carcajadas, ¡mejor!
10. Cuando el platillo esté listo, aprende a ver a tu héroe de frente, reconoce su grandeza y comparte al mundo
la buena noticia.
Nuestros chicos son la mejor versión de nosotros mismos, honremos su presencia incluyendo estos ingredientes en su día a día.