Entre los pasillos los vimos crecer y formarse, estos rostros están listos para forjar el futuro. Hoy concluyen una hermosa etapa de sus vidas, que les ha dado solidez y seguridad e inicia una nueva aventura. Lo hacen con corazones nobles, felices y deseosos de contribuir a mejorar el mundo. Estamos orgullosos de sus logros y seguros de que alcanzarán todos y cada uno de los que se propongan.
Se llevan gran parte de nuestro corazón, pues los vamos a extrañar.