No hay nada más tierno que el cariño de una mamá hacia sus hijos, en la mirada se puede ver el gran amor que su corazón irradia.
Nuestros chiquitos de kínder encontraron una forma de agradecer todo este amor, disfrutaron unos minutos solo a su mamá, dejando a un lado todas las distracciones que día a día tienen.
Muchas gracias a todas las mamis que nos permitieron ser parte de ese grato momento.