Sucedió la risa y el encuentro, la sorpresa, los brincos, el gol, las porras, los amigos, la aventura, la travesura y las ocurrencias de los peques en la radio.
Hubieron también logros, trabajo, empeño y esfuerzo. Sobraron los abrazos, los apapachos, las palabras que acompañan, guían y fortalecen al corazón que lo requiere.
Este ha sido un año mágico, donde pudimos crecer, no sólo los niños, ¡los grandes también! Aprendimos que somos Familia y que nada hay más importante que la magia que nos une.
¡Bienvenido ciclo escolar 2017-2018!