Dejar huella en el corazón de los demás es trascender.
30 años de contar historias, de conmover y dejar una huella infinita en el corazón de todos los que han sido parte de este sueño. Una vez más el Teatro de la Ciudad, ha sido testigo del empeño y profesionalismo de nuestros alumnos, y de la dirección del capitán de este barco que a tantas aventuras nos ha llevado, el Maestro Edgardo Lar.
Tras la función los personajes regresan al imaginario, los vestuarios a la bodega y las promesas de volver el próximo año.
Así sea...